Evitar la deshidratación del bebé, objetivo prioritario en verano

  • hace 2 años
Madrid, 06 jun (efesalud.com). Cuando la intensidad del sol y el calor es constante, abrumadora, incluso durante las horas nocturnas, la única forma de evitar la deshidratación de un bebé con pocas semanas de vida será mediante la ingesta continuada de leche materna, cada una o dos horas, y sin la condición previa de que haya demanda del recién nacido.

Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda que la alimentación del recién nacido y el lactante, hasta que cumplan seis meses, debe realizarse exclusivamente con leche materna, de la propia madre o donada por otra madre, y, si no queda otro remedio, con preparados lácteos maternizados.

"Además, el bebé no necesitará otros alimentos, agua, suero o cualquier tipo de suplemento en este periodo, salvo prescripción médica", señala el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo).

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