Eurico Campano ha desgranado en La Retaguardia las distintas imágenes que nos ha dejado la vida política española en los últimos días. La primera foto es la imagen del éxito, la de Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo levantando los brazos en señal de victoria tras el extraordinario resultado del PP en los comicios andaluces y entrando, en olor de multitud, al día siguiente en la sede central de Génova 13 aclamados por los suyos. España ya está en tiempo de descuento y Núñez-Feijóo ya es el presidente del gobierno 'in pectore'. El éxito electoral del PP ha sido tan apabullante que contra hechos no valen razones.

La segunda imagen es la de esa España que se resiste a morir, la foto de la derrota y el fracaso, residenciada en el rictus de contrariedad de Pedro Sánchez del pasado lunes 20 de junio, ante la dirección de su partido. El hombre que más ha contribuido a hundir España desde los tiempos de Fernando VII: el felón Sánchez Castejón, que se juega, no ya el futuro de España sino de su partido, el partido sanchista porque el Partido Socialisrta Obrero Español ya no existe.

La tercera imagen es la de otra España vieja, podrida y miserable. La foto de la vergüenza y la podredumbre de la izquierda delincuencial, que está representada por la presunta encubridora de los abusos a una menor de su exmarido, la innombrable Mónica Oltra, que por fin ha dimitido de su cargo de vicepresidenta de la Generalitat Valenciana. Adiós Oltra, adiós, que has tenido la desvergüenza de decir que te vas 'con la cabeza bien alta y con los dientes apretados'. Los dientes los apretaba la pequeña María Teresa cuando abusaba de ella tu expareja.

La cuarta y última imagen es la del esperpento; la de las declaraciones del antiguo cantautor 'progre' Ramoncín ensalzando al alcalde de Madrid Martínez-Almeida, del PP, lo que prueba que España se está llevando ya, una vez más en su historia, de arribistas y cambiachaquetas.