Alfonso Rojo: “A Pedro Sánchez se le esta poniendo una cara de Zapatero que no puede con ella”
  • hace 2 años
Habitualmente, sacudimos desde aquí al socialista Pedro Sánchez por las maldades que perpetra, que son muchas y por las indignidades que ejecuta, que son cuantiosas.

Ha llevado a España a la peor situación económica de Europa. Ha entregado el Gobierno, los Presupuestos y sus decisiones relevantes a una banda encabezada por un terrorista, a otra dirigida por un golpista y a una tercera de zaparrastrosos con tintes chavistas.

Ha indultado a sediciosos, a secuestradoras de niños y a malandrines varios.

Ha puesto en solfa la Monarquía y la Constitución del 78, intentando resucitar a Franco y dando aire al revanchismo guerracivilista.
Ha invadido la Fiscalía y jibarizado el Poder Judicial.

Tiene la imagen internacional de España por los suelos y mientras nos sube impuestos y arruina a familias, pymes y autónomos, dispara el gasto público y el despilfarro, multiplicando ministerios, asesores y chiringuitos.

Todo eso, sumado a que falsificó su tesis, declara secreto oficial sus paseos en Falcón y alimenta la sospecha de que una potencia extrajera espió su móvil y ahora puede estar chantajeándole, es más que suficiente para exigir su cabeza.

Pero hoy no vamos por ahí. Lo que nos preocupa ahora es que el tipo es, además, es un gafe de mil pares de pelotas.

Si hacemos un somero repaso de las calamidades que llevamos padecidas durante su mandato, cuesta no asumir que el líder del PSOE arrastra con él la desventura y nos ha dado mal de ojo a los españoles.

A la pandemia, gestionada de forma suicida y que dejó en estos lares más muertos que en ningún otro país civilizado, han seguido sin solución de continuidad toda una suerte de percances, entre los que destacan la tormenta Filomena, el volcán de La Palma, la guerra en Ucrania, los precios de la electricidad, la inflación galopante y hasta la viruela del mono.

Todo lo que toca el paisano sale mal, sin que sea posible evitarlo y los tertulianos pelotas, que repiten que ‘tiene una flor en el culo’, porque llegó a La Moncloa contra todo pronóstico o sacó adelante su reforma laboral gracias el milagro de que el diputado Alberto Casero la pifiara al votar, se equivocan.
Sánchez da mal fario y es el culpable de todas nuestras desgracias.

¿Se han fijado en que se le está poniendo una cara de Zapatero que no puede con ella?
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