La Fervenza do Ézaro
  • hace 2 años
Desde Touriñán seguimos hasta Dumbría, otro enclave emblemático de las Rías Baixas coruñesas, donde el río Xallas se da el capricho de verter sus aguas al Atlántico saltando por una imponente cascada: la Fervenza do Ézaro. Con el ímpetu ruidoso del agua y la mole granítica por la que se desboca, la imagen es sobrecogedora. Las noches de marzo a septiembre, la cascada se tiñe de música y colores en un vibrante espectáculo de luz y sonido –en 2022 los horarios pueden modificarse para evitar aglomeraciones–. Se aconseja, pues, quedarse en uno de los alojamientos próximos y continuar el viaje a la mañana siguiente, no sin antes subir al Mirador de Ézaro, cuya vista abarca el salto del río, la ensenada y el monte Pindo, conocido como el «Olimpo Celta», clave en la mitología gallega.
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