Encuentran el legendario barco de Shackleton en la Antártida
  • hace 2 años
El Endurance es, probablemente, el barco más legendario de la historia de la exploración polar. Shackleton y sus equipo lo usaron para su Expedición Imperial Transantártica. Tras desembarcar en la costa desde el Mar de Weddell, la expedición debía atravesar el continente hasta el Mar de Ross pasando por el Polo Sur. Nunca llegaron a su destino.

El Endurance partió en agosto de 2014 y se adentró en la zona de hielos alrededor del suelo continental en diciembre de aquel año. Navegó cerca de 1.600 km, hasta quedar completamente aprisionado en un témpano de hielo a 137 km de su destino, la bahía de Vahsel. Era el 19 de enero de 1915.

El barco se desplazó lentamente hacia el norte con el hielo durante meses. Pero cuando llegó la primavera, la ruptura del hielo y sus movimientos ejercieron presiones extremas sobre el casco de la nave. “Los ruidos de la presión del hielo contra el casco parecían los gritos de una criatura viva”, dejó escrito un miembro del equipo.
El 21 de noviembre de 1915, los restos del Endurance finalmente se deslizaron bajo la superficie. Los exploradores, que habían instalado su campamento sobre el hielo a sabiendas de lo que iba a pasar, vieron cómo se hundía el barco en mitad de la noche.

“Es difícil decir lo que siento”, anotó Shackleton en su diario. “Para un marino, su barco es más que un hogar flotante. Ahora crujiendo y temblando, su madera se rompe, sus heridas se abren y va abandonando lentamente la vida”. “Estamos sin hogar y perdidos en un mar de hielo”, escribió por su parte Frank Hurley, el fotógrafo de la expedición.

Durante casi dos meses, Shackleton y su grupo acamparon en un gran témpano plano, con la esperanza de que se desplazara hacia la isla Paulet. El 9 de abril, el témpano se partió en dos y Shackleton ordenó a la tripulación que subiera a los botes salvavidas. Después de cinco angustiosos días en el mar, los hombres exhaustos desembarcaron en la Isla Elefante. Desde allí, Shackleton y cinco compañeros navegaron en un bote ballenero en una singladura épica de 1.287 km kilómetros hasta las islas Georgias del Sur, desde donde organizaron el rescate del resto. Todos se salvaron.
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