Rojo y Pereira analizan las claves de la pifia del PP: las dimisiones que hunden aún más al partido
- hace 2 años
La clave, lo esencial, lo importante para el PP y para España es ahora que Pablo Casado y Teodoro García Egea se den cuenta, por fin, de que están muertos.
Están haciendo el canelo, tras haberse equivocado hasta de enemigo y no parecen ser conscientes.
El consejero ‘áulico’ de Casado es ahora Pedrojota Ramírez, lo que nos deja clara la degeneración que esta sufriendo el PP
Primero fue el socialista Bolaños, gurú de Sánchez, en corrupción, y ahora lo es Pedrojota en ética y estrategia.
Y como defensores en los medios, tienen Casado y Egea a Carmelo Encima y a Paco Marhuenda.
Por culpa de su ineptitud, inexperiencia y pardillismo, la propia subsistencia del PP depende ya no solo de los movimientos internos en el centroderecha, sino también de los pasos que puedan dar Sánchez desde el Palacio de la Moncloa.
A Sánchez le basta convocar ya el Debate sobre el Estado de la Nación, para reventar del todo a la oposición, porque los dos días del Pleno se convertirían de facto en el "Debate sobre el estado del PP".
Otra jugada mucho más drástica sería que Sánchez firme un adelanto electoral ad hoc apelando a la excepcionalidad del momento. Y tendríamos socialcomunismo hasta 2030, como mínimo.
Casado vuelve a equivocarse: lo que menos necesita el PP en estos momentos es que su presidente se enroque. Por responsabilidad, debería admitir que su tiempo se ha acabado. Porque por mucho que lograra en la próxima Junta Directiva Nacional frenar a los barones, el seguiría en el cargo enfrentado no sólo a la inmensa mayoría de los jefes territoriales de su partido, sino -y es lo más importante- a los votantes.
Dicho esto, el espectáculo al que estamos asistiendo es de aurora boreal, con el partido aliado de ETA, el de los EREs
España se ha transformado, con el mentiroso Sánchez y los pardillos del PP, en ese curioso país donde el diputado Errejón, célebre por cobrar una beca en una universidad por trabajos que no hacía y encausado por patear a un viandante en Lavapiés, es entrevistado en la televisión pública española para que imparta lecciones éticas a los populares.
Están haciendo el canelo, tras haberse equivocado hasta de enemigo y no parecen ser conscientes.
El consejero ‘áulico’ de Casado es ahora Pedrojota Ramírez, lo que nos deja clara la degeneración que esta sufriendo el PP
Primero fue el socialista Bolaños, gurú de Sánchez, en corrupción, y ahora lo es Pedrojota en ética y estrategia.
Y como defensores en los medios, tienen Casado y Egea a Carmelo Encima y a Paco Marhuenda.
Por culpa de su ineptitud, inexperiencia y pardillismo, la propia subsistencia del PP depende ya no solo de los movimientos internos en el centroderecha, sino también de los pasos que puedan dar Sánchez desde el Palacio de la Moncloa.
A Sánchez le basta convocar ya el Debate sobre el Estado de la Nación, para reventar del todo a la oposición, porque los dos días del Pleno se convertirían de facto en el "Debate sobre el estado del PP".
Otra jugada mucho más drástica sería que Sánchez firme un adelanto electoral ad hoc apelando a la excepcionalidad del momento. Y tendríamos socialcomunismo hasta 2030, como mínimo.
Casado vuelve a equivocarse: lo que menos necesita el PP en estos momentos es que su presidente se enroque. Por responsabilidad, debería admitir que su tiempo se ha acabado. Porque por mucho que lograra en la próxima Junta Directiva Nacional frenar a los barones, el seguiría en el cargo enfrentado no sólo a la inmensa mayoría de los jefes territoriales de su partido, sino -y es lo más importante- a los votantes.
Dicho esto, el espectáculo al que estamos asistiendo es de aurora boreal, con el partido aliado de ETA, el de los EREs
España se ha transformado, con el mentiroso Sánchez y los pardillos del PP, en ese curioso país donde el diputado Errejón, célebre por cobrar una beca en una universidad por trabajos que no hacía y encausado por patear a un viandante en Lavapiés, es entrevistado en la televisión pública española para que imparta lecciones éticas a los populares.