Masih Alinejad: el heróico alegato de una periodista iraní contra el fanatismo islámico

  • hace 2 años
Cada 1 de febrero se celebra el Día Mundial del Hiyab, una vergonzosa campaña, impulsada por los fanáticos islámicos, que nació en el año 2013 para alentar a mujeres de todas las religiones a usar el hiyab o velo en señal de respaldo a las mujeres musulmanas.

Frente a ese espanto, al que se suman los progres españoles a menudo, hay vakientes exigen el día internacional “sin hiyab” para concientizar sobre las condiciones en las que viven las mujeres de Medio Oriente bajo la estricta ley de la sharía.

Una de las principales promotoras en la periodista iraní Masih Alinejad, quien ha compartido este conmovedor testimonio contra el fundamentalismo islámico.

“Por este simple acto de protesta, por esta protesta pacífica, por soñar con tener un ‘Día Mundial sin Hiyab’ en Irán, en Afganistán, por sentir el viento en mi pelo, por dar voz a las mujeres que no tienen medios de comunicación en Irán, recibo diariamente amenazas de muerte”.

Masih Alinejad, estadounidense-iraní, tiene 44 años.

“Esto es lo que la República Islámica quiere que sea. Esto es lo que los talibanes y el ISIS quieren que seamos”, expresa con el velo puesto.
Luego, se lo quita y asegura: “Este es mi verdadero yo”.

“En Irán me dijeron que si me quito el hiyab me colgarán de mi pelo por Dios. Me expulsan de la escuela, me dan latigazos, me encarcelan, me multan, la ‘policía moral’ me golpea en la calle todos los días. Si me violan, es mi culpa. Si me quito el hiyab, no podré existir como mujer en mi país”.

Alinejad, una de las voces más críticas del régimen de los ayatolás, se juega la vida. En 2021, agentes de inteligencia de la República Islámica intentaron secuestrar en Estados Unidos, donde reside.

“En Occidente, me dicen que si comparto mis historias, causaré islamofobia. Soy una mujer de Oriente Medio y tengo miedo de las leyes islámicas; tengo miedo de todas las brutalidades que he vivido”.

“La fobia es un miedo irracional, pero mi miedo y el de muchas otras mujeres que viven bajo la sharía en Oriente Medio es racional. Así que, déjennos hablar”.

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