Lo que ocurre en España no se ve en ningún otro lugar de Europa.

Aquí, en España, vemos cómo Pedro Sánchez compadrea con los separatistas que quisieron dar un golpe de estado en Cataluña, o cómo el PSOE -que tiene en su historia víctimas de ETA- mima y cede a Bildu, al que a través de cesiones, mantiene contento con el fin de mantener su poltrona un día más.

Esa es la realidad que nos ha tocado vivir a los españoles que ven a su presidente festejar la Constitución mientras la pisotea a diario desde el Congreso de los Diputados.

Sobre este tema, charlan Hugo Pereira y Alfonso Rojo, que denuncian la actitud de la izquierda española, una izquierda que “se comen lo que le dé, se traga lo que le eche para seguir pillando cacho”, señala Rojo.

Así, con este panorama, tenemos un PSOE que se ha convertido en una agencia de colocación donde todos se forran antes, durante y después.

Y no piensen ustedes que la gente de izquierdas fiel al sanchismo se quita la venda, esos mismos no son capaces de hacer una sola crítica.

Recuerda el director de Periodista Digital que en tiempos del comunismo de Stalin, toda la izquierda europea no vio la opresión del bloque soviético porque había que justificar al comunismo, esto ya lo hemos vivido antes.

Mientras miran a Franco y recuerdan la Guerra Civil, ocultan los crímenes de Paracuellos o ven bien la superioridad racial que subyace del nacionalismo, ese al que tanto consienten.

Llama la atención la falta de crítica, de la que es culpable la derecha. Porque desde tiempos lejanos, la izquierda española es inepta, ridícula e inmoral.

Recalca Pereira que en España el periodismo es fundamentalmente de izquierdas. Con un discurso único que repiten como papagayos con el aplauso del Gobierno que mientras le da una palmada en la espalda a Otegi humilla a los miembros socialistas que la ETA asesinó.