Varapalo judicial a Marlaska: El ‘patadón en la puerta’ para acabar con una fiesta es ilegal

  • hace 3 años
Recurriendo a uno de los clásicos asertos de José María García, "el tiempo es ese juez único e insobornable que da y quita razones".

Pues bien, en este caso la Justicia ha hablado y ha tirado por la borda los razonamientos de la Policía de Fernando Grande-Marlaska para entrar en un domicilio como los Hombres de Harrelson derribando una puerta porque, simplemente, tenían constancia de que allí estaba celebrándose una fiesta ilegal en plena pandemia.

Los hechos sucedieron el 21 de marzo de 2021. Unos agentes de la Policía Nacional son avisados de que en un domicilio madrileño de la calle Lagasca se está celebrando una reunión en la que, aparte de saltarse el toque de queda, hay más gente de lo permitido, sin mascarillas y sin distancia de seguridad.

Los policías acceden al interior de la vivienda a golpe de ariete y detienen a nueve de las 12 personas que estaban en la misma.

Pues bien, la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid ha propinado un duro golpe al ministro del Interior al considerar que se ha producido un exceso por parte de la Policía al entrar en un domicilio sin el consentimiento de sus moradores y sin que se estuviera produciendo un delito flagrante.

De hecho, entiende la sentencia que no puede justificarse como delito flagrante el hecho de que no se quisiera abrir la puerta e identificarse ante los funcionarios. Añade el escrito que la actuación de los agentes afectó a la inviolabilidad del domicilio, independientemente del estado de alarma.

Según razona la Audiencia Provincial de Madrid:

La razón de ser de la actuación policial consistía en la identificación de las personas que se encontraban en el interior de la vivienda, infringiendo las medidas de distanciamiento social y toque de queda para lo cual no era necesario penetrar en la vivienda por la fuerza, quebrantando el derecho a la inviolabilidad del domicilio.

Sin embargo, hasta la fecha, Grande-Marlaska había sostenido la legalidad del procedimiento de entrar por las bravas en un domicilio:

Nuestra labor hacer frente a infracciones de la ley y atajar fiestas ilegales, en modo alguno limitar o violentar un derecho fundamental. Cierto es que un piso turístico puede ser morada, pero hay casos en los que puede no serlo si su fin es otro, como hacer fiestas ilegales. En estas circunstancias actuales, muchos inmuebles se utilizan única y exclusivamente para realizar fiestas ilegales, no para vivir ni para realizar la intimidad propia.

Ahora, derrotado por las circunstancias, Marlaska ahueca el ala:

Tenemos que acostumbrarnos a respetar el Estado de Derecho.

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