Blush, la mascota de Cornelius, está muy aburrido y deprimido. Por medio de la telepatía, le explica a Cornelius que sus padres tienen problemas y que desea regresar a su planeta para ayudarles. Bob Wouter acepta cambiar el rumbo de la nave. Al llegar a su planeta, Blush descubre que, desgraciadamente, tenía razón: sus padres han sido capturados por los malvados Brulies.