Sweet and Twenty (Dulces veinte)

  • hace 3 años
Una bonita comedia del joven sueño del amor, presentada de la manera más delicada que se pueda imaginar. Es el final de la primavera, las flores están en flor y los pájaros están en sintonía con la canción de los amantes, cuando Alice y Frank retozan entre las flores silvestres. Frank está desesperadamente enamorado de la pequeña Alice, pero ella, aunque lo ama es en cambio, un ácaro tentador de feminidad y disfruta de la sensación de mantenerlo en vilo. Sin embargo, como el corazón débil nunca ganó a una bella dama, él persiste con tanta terquedad que finalmente la arranca un si. Frank se encuentra ahora en el cenit de una dicha exuberante. Se separan en la puerta y Alice entra, pero Frank está demasiado feliz para perder su compañía tan pronto, así que la sigue. Al entrar en el salón ve lo que parece ser el objeto de su visita parada junto a la ventana cerrando las persianas. Acercándose sigilosamente, besa las trenzas de su cabello y luego girando su cabeza imprime un beso en los labios de: "¡Gran Scott, la hermana de Alice!". Problemas a la vista, porque Alice ha entrado justo a tiempo para ver lo sucedido. Todo está fuera de lugar entre ellos, a pesar de sus explicaciones, y desesperado decide arrojarse a un lago y acabar con todo. En la orilla del lago, su determinación se resiente, y lo está meditando cuando oye que Alice se acerca en su persecución para disuadirlo de su terrible plan. Ahora hace el paripé del suicidio, pero que va, con Alice haciendo todo lo posible para alejarlo del lugar. Como su resistencia, naturalmente, es más que leve, ella tiene éxito, y una vez más se funden en un abrazo, acusándose ella misma de ser irracional y apresurada, mientras que él se golpea con orgullo en el pecho bajo la suposición de que es simplemente irresistible. Son como un par de niños que se besarán y se reconciliarán, solo para volver a pelearse pronto por la diversión de reconciliarse.

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