Análisis de Ghost Of Tsushima, el último gran exclusivo de PS4
  • hace 4 años
Sucker Punch es un estudio forjado en el desarrollo de juegos de mundo abierto,y con Ghost of Tsushima, el equipo afronta su mayor reto: se trata de un "sandbox" ambientado en el Japón Feudal, durante la segunda mitad del siglo XIII. También es el último gran exclusivo de Sony para PS4.

Y esto no es un detalle menor. Da la impresión de que los estudios "first party" han recibido un apoyo extra por parte de la compañía para sacar adelante juegos como Days Gone (Bend Studios), The Last of Us Parte II (Naughty Dog) o el título que nos ocupa. No sólo se trata de la promoción, sino el acceso a nuevas herramientas y un desarrollo que se ha alargado durante más de 5 años. 

El resultado es un título muy pulido, que refleja un cuidado exquisito de la cultura samurái, más allá de lo que hemos visto en películas y en otros juegos de corte histórico. Empezando por la ambientación.  Porque aunque se trata de un juego de samuráis, Ghost of Tsushima apuesta por un contexto histórico atípico: la invasión de los mongoles en el año 1274. Es decir, anterior a la época Sengoku, que es lo que estamos acostumbrados a ver en otros videojuegos. Durante el ataque a la isla de Tsushima, 80 guerreros japoneses tuvieron que hacer frente a decenas de miles de mongoles... y uno de estos samuráis es nuestro personaje Jin Sakai (inspirado en la figura real de los miembros del clan So).