Sin abrazos al jubilarse un bombero para evitar contagios: Caeríamos todos

  • hace 4 años
Alicante, 30 mar (EFE).- Aplausos bajo el ruido de las sirenas pero sin ningún abrazo ni contacto físico en la despedida de Luis García Antón, un bombero del parque de Alicante que se ha jubilado tras 37 años y que ve lógico el distanciamiento en el adiós: "Si contagia uno, caeríamos todos".

Una veintena de compañeros le ha rendido un merecido tributo en una sencilla y emotiva ceremonia "sorpresa" a las puertas del parque central del cuerpo en la ciudad de Alicante.

Allí durante varios minutos arropados por las sirenas de los vehículos de rescate le han aplaudido cariñosamente sus hasta ahora colegas aunque siempre sin llegar a tocarle, para evitar riesgos en plena pandemia de coronavirus (COVID-19).

Tras terminar una última guardia que ha puesto punto y final a casi 37 años apagando fuegos y protagonizando rescates, García Antón ha explicado a EFE que es normal y que acepta de buen grado que nadie le haya podido despedir con un apretón de manos o un caluroso abrazo.

"No podemos arriesgarnos porque si contagia uno, podemos caer todos y la ciudad de Alicante podría quedarse sin bomberos", ha relatado antes de agradecer públicamente a los que considera sus "amigos" el "pequeño homenaje" que le han ofrecido, sin previo aviso.

Entre los bomberos del parque no ha habido casos positivos de coronavirus pese a lo cual, ha insistido, "no pueden arriesgarse porque un contagio podría conllevar un efecto dominó".

"Alicante se quedaría sin bomberos, lo tenemos todos muy claro" y, por ello, fuera y dentro del parque se extreman las precauciones con continúas desinfecciones con agua y lejía, y con limpiezas en todos los rincones.

Incluso, ha manifestado que los turnos entrantes y salientes tratan de evitarse y cruzarse para disminuir el riesgo a la expansión del virus.

De 59 años (se jubila a esa edad por haber desempeñado el cargo más de 35 años), García Antón se va con los lógicos sentimientos "contrapuestos" de alegría por comenzar una nueva vida y de pena por dejar de hacer lo que realmente le gusta y de estar con sus compañeros.

Además, no ha ocultado tener una sensación "muy rara" por coincidir este punto y aparte en plena pandemia del coronavirus, una situación que como todos ha vivido con perplejidad.

En todo caso, de la despedida queda pendiente una gran comida con el resto de los bomberos aunque se hará "más adelante, cuando se tranquilice todo y la situación lo permita" porque tiene claro que en estos momentos "lo importante es que no pase nada y que todos salgamos ilesos".

La cuenta oficial en la red social Twitter de los bomberos alicantinos ha colgado un mensaje de emotivo homenaje a este bombero tras "media vida dedicada a la bombería".

"Una pena no poder abrazarnos compañero. Te vamos a echar de menos, Antón, disfruta ahora de una vida más tranquila", añaden los que hoy siguen apagando fuegos. EFE

IMÁGENES DEL MOMENTO EN EL QUE EL BOMBERO ES HOMENAJEADO CON APLAUSOS POR SUS COMPAÑEROS. IMAGEN CEDIDA POR BOM

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