Tengo que elegir entre mi mamá loca y mi papá discapacitado
- hace 4 años
¡Nuevas historias animadas de 2019 que sucedieron de verdad!
¡Hola! Mi nombre es Brett, y tengo 15 años. Quiero hablarte sobre lo extraño que es "crecer"... Probablemente ya lo sepas, pero, cuando creces, comienzas a ver las cosas de manera diferente. Y generalmente es genial, es como si te volvieras más inteligente, entiendes más... Pero a veces puede ser doloroso, porque concierne a los que amas. Es especialmente complejo cuando tienes que hacer una elección, y no importa cuál hagas, siempre traicionarás a alguien. Como ya habrás adivinado, estoy hablando de mis padres y su divorcio.
Hace cinco años, mi madre se fue, dejándome con mi padre. Apenas tenía diez años en ese momento. Lloré amargamente y le rogué que me llevara con ella, y ella también lloró, pero no dejaba de repetir que era un camino que tenía que tomar. Mi padre estaba en silencio, apretando mi mano con fuerza, y pensé que nunca odiaría a nadie tanto como a él. Después de todo, mi madre se había ido por su culpa: él nunca la entendió, solo la regañaba y desgarró sus alas. Esto no fue algo que inventé, ella misma me lo decía repetidamente, y ahora se iría para finalmente encontrar su verdadero yo. Pensé en su partida como su búsqueda, su peligroso viaje... pero le rogué que me llevara con ella. Sin embargo, ella se fue, y yo me quedé atrás.
La extrañaba terriblemente. ¡Siempre la pasábamos muy bien y hacíamos muchas cosas interesantes! Mientras mi padre trabajaba desde la mañana hasta la noche, de lo que nunca hablábamos, porque, según mi madre, era increíblemente aburrido, ¡siempre se le ocurría algo inusual! Jugábamos a las escondidas en el estacionamiento subterráneo de un supermercado, o íbamos a un vecindario desconocido de la ciudad y cantábamos canciones tristes allí, colocando una pequeña caja de cartón junto a nosotros con un cartel escrito a mano que decía: "PARA COMIDA". Y después de eso nos reíamos como locos, contando las monedas... Oh, ¡ella tenía miles de ideas! Todo siempre fue divertido con mi madre, hasta que mi padre se enteró de lo que habíamos hecho. Se puso terriblemente sombrío, y, cuando me iba a la cama, escuché a mis padres discutiendo... Recordé todo eso ahora que mi madre se había ido "a encontrarse a sí misma". Pero, en realidad, fui yo quien la perdió, y mi vida perdió todo su color.
Muchas veces recordé cómo mi madre me despertaba tarde en la noche y me susurraba al oído, preguntándome q
¡Hola! Mi nombre es Brett, y tengo 15 años. Quiero hablarte sobre lo extraño que es "crecer"... Probablemente ya lo sepas, pero, cuando creces, comienzas a ver las cosas de manera diferente. Y generalmente es genial, es como si te volvieras más inteligente, entiendes más... Pero a veces puede ser doloroso, porque concierne a los que amas. Es especialmente complejo cuando tienes que hacer una elección, y no importa cuál hagas, siempre traicionarás a alguien. Como ya habrás adivinado, estoy hablando de mis padres y su divorcio.
Hace cinco años, mi madre se fue, dejándome con mi padre. Apenas tenía diez años en ese momento. Lloré amargamente y le rogué que me llevara con ella, y ella también lloró, pero no dejaba de repetir que era un camino que tenía que tomar. Mi padre estaba en silencio, apretando mi mano con fuerza, y pensé que nunca odiaría a nadie tanto como a él. Después de todo, mi madre se había ido por su culpa: él nunca la entendió, solo la regañaba y desgarró sus alas. Esto no fue algo que inventé, ella misma me lo decía repetidamente, y ahora se iría para finalmente encontrar su verdadero yo. Pensé en su partida como su búsqueda, su peligroso viaje... pero le rogué que me llevara con ella. Sin embargo, ella se fue, y yo me quedé atrás.
La extrañaba terriblemente. ¡Siempre la pasábamos muy bien y hacíamos muchas cosas interesantes! Mientras mi padre trabajaba desde la mañana hasta la noche, de lo que nunca hablábamos, porque, según mi madre, era increíblemente aburrido, ¡siempre se le ocurría algo inusual! Jugábamos a las escondidas en el estacionamiento subterráneo de un supermercado, o íbamos a un vecindario desconocido de la ciudad y cantábamos canciones tristes allí, colocando una pequeña caja de cartón junto a nosotros con un cartel escrito a mano que decía: "PARA COMIDA". Y después de eso nos reíamos como locos, contando las monedas... Oh, ¡ella tenía miles de ideas! Todo siempre fue divertido con mi madre, hasta que mi padre se enteró de lo que habíamos hecho. Se puso terriblemente sombrío, y, cuando me iba a la cama, escuché a mis padres discutiendo... Recordé todo eso ahora que mi madre se había ido "a encontrarse a sí misma". Pero, en realidad, fui yo quien la perdió, y mi vida perdió todo su color.
Muchas veces recordé cómo mi madre me despertaba tarde en la noche y me susurraba al oído, preguntándome q