Estudiamos la historia y creemos en ella con los ojos cerrados. Pero hay ocasiones en que hasta la misma ciencia comete errores, y aquí tienes algunos ejemplos. Van Gogh no se cortó la oreja: que el mismo Van Gogh se lo hizo, pero ciertamente, nunca se cortó toda la oreja. La tumba de Tutankamón no fue hallada por el niño aguador: Los emperadores romanos no sentenciaban a muerte a los gladiadores bajando el dedo: Copérnico no descubrió que la Tierra gira alrededor del Sol: El velcro no lo inventó la NASA: