Es difícil olvidar que se acerca la Navidad cuando las vitrinas están llenas de juguetes y chocolates, y que las decoraciones cubren calles y edificios.
Por no hablar de la programación de televisión y las populares
¡películas de Navidad!.
¿Pero cómo explicar su éxito, si no pertenecen al "gran cine"?
Algunos psicólogos ven en esta adoración un deseo de capullo, una necesidad de consuelo, sentida en gran parte por el frío externo.
Por lo tanto, estas TV movies son comparables a las "películas de sentirse bien", que pretenden relajarnos y hacernos feliz. Frente a ellas, el espectador no piensa en nada.
Es consciente del feliz desenlace de la historia y encuentra, una vez más, cierta calidez en ellas.
Es una especie de fuga, un momento suspendido en medio de una realidad a veces mucho más difícil.
Es la oportunidad de ser sacudido por la magia de la Navidad gracias a Linda, que encuentra el amor entre los brazos de John, el nuevo conserje en su edificio.