Temer no cree que Brasil se contagie de las protestas de los países vecinos

  • hace 4 años
Madrid, 27 nov (EFE)(Imágenes: Raúl García).- En viaje internacional como ex presidente de Brasil, Michel Temer vino a España para "hablar bien de Brasil" y asegurar de que el país esté experimentando un momento de "normalidad democrática" con el gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
"En todo momento escucho voces de mal presagio que dicen 'se necesita una nueva Constitución' o que 'debemos tener cuidado porque se perderá la democracia'. No hay la menor posibilidad de eso'", aseguró en entrevista a Efe antes del foro Tribuna Efe en Casa América este jueves.
Temer vive en Sao Paulo con su esposa, Marcela, y su hijo "Michelzinho", y se dedica a su firma de abogados y a ver series en Netflix (actualmente sigue a "El Chapo" y "The Monster Next Door").
Hizo una pausa en su rutina para también dar entrevistas y comentar hechos recientes sobre la política brasileña, como una eventual nueva edición del Acto Institucional No. 5 (AI-5), que endureció las medidas autoritarias durante la dictadura brasileña en fines de los sesenta.
"Veo una falta de necesidad absoluta. Cada vez que hay conflictos (sociales) importantes, y lo he hecho varias veces, se llama a las Fuerzas Armadas. No se necesita un nuevo instrumento constitucional o institucional para llamarles", explicó. "Simplemente causa un debate inútil", agrega.
Afiliado al MDB, este abogado experto en derecho Constitucional tampoco ve riesgo de que se extiendan a Brasil las protestas en países latinoamericanos, como las que ocurren en Chile y en Bolivia, debido a la "solidez de las instituciones brasileñas", y cree que la salida de prisión de Lula da Silva acentuó la polarización social.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las implicaciones de la liberación del expresidente Lula a la política brasileña?
RESPUESTA: Siempre prediqué la tesis de la pacificación, de la unidad del país, imaginé que (Lula) saldría sin disgustos. Pasó un tiempo en prisión, incluso perdió familiares, lo cual es doloroso. Pero supuse que, por sabiduría política, predicaría la no radicalización. La radicalización es diferente de la polarización. La polarización está en el campo de las ideas. La radicalización es algo de ira, odio entre las personas. Creo que no fue útil para él, ni para la política brasileña, mantener la vieja historia de "nosotros contra ellos": por un lado, el presidente Bolsonaro, y por otro, Lula. Todos estos líderes deben encontrar un punto medio para pacificar las relaciones sociales. Esto es útil para Brasil.
P: Lula incluso dijo que "un poco de radicalismo es bueno para el alma". ¿Puede este tono de confrontación hacer que Brasil se hunda en una agitación social como Chile y Bolivia?
R: No lo creo. Nuestras instituciones están muy solidificadas. Estos movimientos vistos en América del Sur no sucederán en Brasil. Creo que Lula debería comenzar a decir que la polarización, la del campo de las ideas, puede funcionar bien. Ahora, la radicalización es mala para el país.
P: El Acto Institucional Número 5 (AI-5) re

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