Mi mamá me enseñó a manipular a los hombres por dinero

Hola, soy Samantha. Durante años, mi mamá me enseñó a odiar a todos los hombres y a usarlos. ¡Y lo hice! Hasta hace poco, cuando todo cambió. No solo para mí... sino también para ella.
Verás, mi mamá es una mujer EXTREMADAMENTE hermosa. Pero, por alguna razón, siempre tuvo mala suerte con los hombres. Ellos le han mentido y la han usado, incluso mi papá se fue tan pronto como escuchó que estaba embarazada.

Esto llevó a mi mamá a enojarse mucho con ellos, pero continuó cuidándose, vistiéndose y siendo súper bonita. Usó eso para vengarse de los hombres. Iba con ellos a restaurantes caros y hacía que pagaran por todo. Luego de un tiempo, simplemente los dejaba.

Ella comenzó a enseñarme las mismas cosas, y me da vergüenza admitir que seguí su ejemplo. Por ejemplo, actué como si me gustara un chico, y él me llevó al cine y pagaba cuando salíamos a tomar un café. Una vez le dije que quería un hermoso y costoso vestido para mi cumpleaños, y él gastó todos sus ahorros para comprarlo para mí. Poco después de eso, le dije que todo había terminado, y lo bloqueé en todas las redes sociales.
Hice que otro chico cantara una canción para mí frente a todos y luego me burlé de él. Básicamente, hice mucho eso, y mi mamá siempre me apoyó. Sin embargo, me di cuenta de que estaba equivocada cuando conocí a Timothy. Planeaba hacer lo mismo con él, pero él era... diferente.

Planeamos encontrarnos en un café, y, cuando lo hicimos, él dijo: "Oye, vayamos a una galería de arte". Estaba interesada porque nadie nunca me había pedido que fuera a un lugar como ese. Fuimos allí y comenzamos a ver pinturas y también cosas de arte moderno, y al principio pensé: "Esto es muy aburrido", pero luego comenzó a hacerme preguntas sobre cómo me hicieron sentir esas obras.
Después fuimos a un café y no pude dejar de hablar con él, porque escuchaba todo lo que decía y hacía preguntas muy interesantes. Al final de la cita, pagó todo por mí, y sentí que quería estar con él, pero no como antes… Realmente quería estar con él.

Cuando le conté a mi mamá sobre él, ella dijo "Oh, está bien", pero pude ver en sus ojos que no estaba contenta con eso. Supongo que tenía miedo por mí, pero no podía expresarlo correctamente.
Continué saliendo con Timothy, y, a veces, simplemente pasábamos el rato en algún lugar del parque y HABLÁBAMOS mucho. Nunca me cansaba de hablar con él.
Mi mamá comenzó a actuar como siempre lo hacía cuando estaba ofendida o molesta. Ella "olvidaba" prepararme el desayuno o comentaba que había aumentado de peso, pero nunca decía que estaba molesta directamente.

Luego me sorprendió y me pidió que invitara a Timothy a cenar con nosotras. ¡Yo estaba tan feliz! Pero, por supuesto, no noté que todo era una trampa. Llegamos a casa y no había comida. Mamá dijo: “Oh, lo olvidé. ¿Y si pedimos una pizza?”. “Oh, olvidé mi tarjeta de crédito en el trabajo. Timothy, ¿puedes pagar la p