Traicioné a mi hermano el que me crió después de que perdimos a nuestros padres

  • hace 5 años
¡Hola! Mi nombre es Peter. Me gustaría contarles la historia sobre mi hermano Sam y yo. Es una historia sobre nuestra incómoda relación. Creo que es importante decírtelo y espero que entiendas por qué.

Sam es nueve años mayor que yo. Y tú sabes… somos diferentes. Y no es solo por nuestra edad. Mi hermano mayor siempre tuvo millones de amigos y yo no soy un ermitaño, pero siempre ha tenido solo unos cuantos amigos y no necesita más.
Pero hay una cosa en común que nos une a Sam y a mí. Ninguno de los dos fuimos muy cercanos con nuestros papás. Esta situación de alguna manera se desarrolló así y nunca pensamos que había algo malo en ello.

Una vez mi papá tuvo serios problemas en el trabajo y nos quedamos sin dinero, no teníamos ni para sobrevivir. Pero él superó esos problemas sin siquiera decir una palabra. Mi mamá finalmente se enteró y hubo una gran pelea...
¡Oh, nadie puede igualar a mi mamá en el arte de la discusión! Pero no porque sea malvada, ¡oh, no! Ella solo tiene un genio muy temperamental. Y siempre fue muy estricta con mi papá. Creo que ella quería más de él de lo que él podía ofrecerle.
Una discusión ocurrió una vez debido a la educación de Sam. Él decidió no inscribirse en la universidad después de la preparatoria.
Él veía su futuro en el sector de servicios y quería comenzar a obtener una experiencia laboral real lo antes posible. Nuestro papá aprobaba su idea: le gustaba el concepto de avanzar hacia el éxito a través del trabajo, especialmente considerando que la matrícula universitaria habría afectado seriamente el presupuesto familiar, pero mi mamá...

Oh, ni siquiera puedes imaginar cómo reaccionó mi mamá. Ella se negó a hablar con Sam, pensando en que él acababa de caer bajo la influencia de su papá, "un perdedor sin remedio", como ella dijo, "que también quería arruinar la vida de sus hijos".
Así era más o menos como comenzaba cada conflicto y, como resultado, se criticaban mutuamente. Mi mamá le gritaba que él había arruinado su vida, mi papá le contestaba que ella se lo había comido vivo. A veces iban tan lejos que se acusaban mutuamente de ser infieles. Prefería no tomar nada de esto en serio. Intentaba ignorarlos, aunque era muy difícil, NO escuchar a tus papás gritar sobre cómo se odian entre sí.

Creo que Sam se tomaba esos incidentes un poco más a la ligera. Especialmente cuando creció, comenzó a ganar su propio dinero, y pudo haber dejado la casa si quisiera. Tenía envidia de su madurez y libertad. Bueno, yo me vería obligado a madurar al poco tiempo.
Tenía catorce años cuando sucedió. La noche fue bastante normal, excepto por la noticia de que nuestra abuela de París nos visitaría. Pero debes saber que ella es una persona muy excéntrica y que aun una visita familiar es toda una sorpresa.

Ese día, mi papá estaba particularmente molesto por la suerte de tener que ir al aeropuerto a recoger a su suegra; había tenido un día muy agota

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