Gameplay The Witcher III Complete Edition
- hace 5 años
Desafiando los límites de la ciencia, The Witcher III Wild Hunt Complete Edition (el juego original además de los DLC Hearts of Stone y Blood and Wine) cabe en una Nintendo Switch. Nosotros hemos tenido ocasión de probarlo durante dos horas (tanto en modo portátil como en modo TV, conectado al dock de la consola) y os dejamos nuestras impresiones, para celebrar la fecha de lanzamiento del juego, que se ha revelado en Gamescom 2019.
Antes de sumergirnos de lleno en la última aventura de Geralt de Rivia (el brujo cazador de monstruos), de Ciri -su hija adoptiva- y de la Cacería Salvaje (nuestros principales enemigos), tenemos que aplaudir que el juego de CD Projekt Red (ahora trabajando en Cyberpunk 2077) se ha conseguido trasladar en un cartucho de 32 Gb. No es necesario descargar nada adicional para disfrutar de la última "build" de The Witcher 3 Wild Hunt. Y los culpables de tan buen trabajo han sido los miembros del estudio Saber Interactive (quienes también han realizado la remasterización de Ghostbusters).
Dicho esto, nuestra demo se ha dividido en dos partes: el juego en modo portátil (con una resolución de 540p) y una toma de contacto en modo TV, a una resolución de 720p. Las impresiones del juego en los dos modos son completamente diferentes. En ambos casos, nos encontramos con una tasa de 25 FPS, que nos ha parecido bastante estable, incluso en escenarios recargados como Novigrad.
Si jugamos en la pequeña pantalla de Nintendo Switch, tenemos la sensación de que todo The Witcher 3 se ha conservado y convertido en una experiencia que podemos llevar a cualquier parte. Por supuesto que se nota algún recorte gráfico, que luego pasaremos a enumerar, pero la fluidez del juego no se resiente demasiado, comparado con el original de PS4, Xbox One y PC, y la menor resolución de texturas no importa demasiado. Porque al fin y al cabo, cuando hemos recorrido las estancias de Kaer Morhen para entrenar con Ciri, nos hemos vuelto a reír con la historia del unicornio junto a Vesemir o hemos combatido al grifo... las sensaciones han sido las mismas que disfrutamos hace cuatro años.
El control está muy bien adaptado, y el contenido no ha sufrido ningún recorte. Esto es, tenemos más de 150 horas de juego repartidas entre la aventura principal y sus dos expansiones, con una genial banda sonora (interpretada con instrumentos medievales) del grupo Percival Sargon, además de unas estupendas voces en inglés -subtituladas en castellano- y todos los NPC originales. El nivel de sangre, violencia y sexo es el mismo del Witcher original (no hay censura en la consola de Nintendo), así como los controles y habilidades. Y ya os aseguramos que la respuesta del brujo en los combates (en que alternamos el uso de la espada de acero para los humanos y la de plata para los monstruos) o cabalgando a lomos de Sardinilla, es muy buena.
Antes de sumergirnos de lleno en la última aventura de Geralt de Rivia (el brujo cazador de monstruos), de Ciri -su hija adoptiva- y de la Cacería Salvaje (nuestros principales enemigos), tenemos que aplaudir que el juego de CD Projekt Red (ahora trabajando en Cyberpunk 2077) se ha conseguido trasladar en un cartucho de 32 Gb. No es necesario descargar nada adicional para disfrutar de la última "build" de The Witcher 3 Wild Hunt. Y los culpables de tan buen trabajo han sido los miembros del estudio Saber Interactive (quienes también han realizado la remasterización de Ghostbusters).
Dicho esto, nuestra demo se ha dividido en dos partes: el juego en modo portátil (con una resolución de 540p) y una toma de contacto en modo TV, a una resolución de 720p. Las impresiones del juego en los dos modos son completamente diferentes. En ambos casos, nos encontramos con una tasa de 25 FPS, que nos ha parecido bastante estable, incluso en escenarios recargados como Novigrad.
Si jugamos en la pequeña pantalla de Nintendo Switch, tenemos la sensación de que todo The Witcher 3 se ha conservado y convertido en una experiencia que podemos llevar a cualquier parte. Por supuesto que se nota algún recorte gráfico, que luego pasaremos a enumerar, pero la fluidez del juego no se resiente demasiado, comparado con el original de PS4, Xbox One y PC, y la menor resolución de texturas no importa demasiado. Porque al fin y al cabo, cuando hemos recorrido las estancias de Kaer Morhen para entrenar con Ciri, nos hemos vuelto a reír con la historia del unicornio junto a Vesemir o hemos combatido al grifo... las sensaciones han sido las mismas que disfrutamos hace cuatro años.
El control está muy bien adaptado, y el contenido no ha sufrido ningún recorte. Esto es, tenemos más de 150 horas de juego repartidas entre la aventura principal y sus dos expansiones, con una genial banda sonora (interpretada con instrumentos medievales) del grupo Percival Sargon, además de unas estupendas voces en inglés -subtituladas en castellano- y todos los NPC originales. El nivel de sangre, violencia y sexo es el mismo del Witcher original (no hay censura en la consola de Nintendo), así como los controles y habilidades. Y ya os aseguramos que la respuesta del brujo en los combates (en que alternamos el uso de la espada de acero para los humanos y la de plata para los monstruos) o cabalgando a lomos de Sardinilla, es muy buena.