A prisión y sin casa por una obra en su vivienda

Concha está desolada. Llevaba más de 30 años viviendo con su hijo en una casa de El Salobre, al sur de Gran Canaria. Una vivienda de autoconstrucción a la que decidieron añadirle una nueva habitación. Una obra de ampliación de unos 40 metros cuadrados sobre su propio terreno. El problema, que se trataba de suelo rústico: la obra era ilegal. 
El hijo de Concha tuvo que pagar una multa de casi 6.000 euros y debía derribar la casa, pero no consiguió reunir el dinero suficiente para la demolición y hace una semana que ingresó en prisión. Podría permanecer ahí más de dos años aunque familiares y amigos ya han pedido formalmente el indulto para él. Esperan que pronto pueda salir y reunirse con su madre, aunque ya no tengan un hogar al que regresar: su casa ya ha sido derruida.