La fiesta de San Andrés es una de las celebraciones más populares de Canarias. Se celebra el 29 y el 30 de noviembre y consiste en beber el vino nuevo del año a la vez que se comen castañas. Pero si por algo es conocida, dejando de lado la gastronomía, es porque se celebra una curiosa prueba deportiva. Esta consiste en bajar sentado en una tabla de madera por una prolongada cuesta en la que se adquiere gran velocidad. Al final de dicha cuesta al participante le esperan cientos de ruedas de automóviles listas para amortiguar el choque. Una tradición tinerfeña de la localidad de Icod de los Vinos que requiere de mucha valentía, adrenalina y buen paladar para honrar a San Andrés.
-Redacción-