Ante 1.700 periodistas, agitando viejos fantasmas y abriendo incluso la puerta a un hipotético conflicto nuclear, Vladimir Putin ha logrado estremecer al mundo. Un inquietante pulso a Estados Unidos por la salida del tratado sobre armas nucleares que les unía desde hace más de 30 años. Otra de las recientes maniobras de Trump ha sido el anuncio de que sus tropas saldrán de Siria ante el declive, dice, de Estado Islámico. Y el mandatario ruso bendice este giro inesperado: "Si Estados Unidos ha decidido retirar sus tropas, eso es lo correcto". Aunque más bien le interesa, porque Putin podrá así consolidar su desembarco en Oriente Medio. Es su oportunidad de hacerse con gran parte del tablero. Y a pesar de que no ha habido señal de deshielo en sus relaciones con Reino Unido, también ha querido romper una lanza a favor de Theresa May o más bien en favor del Brexit: "Hubo un referéndum, ¿qué puede hacer ella? Ella solo puede cumplir la voluntad de la gente". Porque en todo lo que tiene que ver con debilitar a Europa, Putin se mueve a la perfección.
-Redacción-