Estos pescadores japoneses están en el punto de mira. Cazan delfines, algo legal en Japón y que se hace todos los años. Lo hacen aquí, en este caladero de la ciudad de Taiji. Primero los acorralan. Luego, sirviéndose de redes, los capturan. Una práctica que todos los años critican los defensores de los derechos de los animales.Pero esta tradición históricamente polémica y que se celebra desde el siglo 17 se ha encontrado este año con una protagonista inesperada.La embajadora de Estados Unidos en el país nipón criticaba esta práctica con este tweet, en el que tacha de inhumana la caza de estos cetáceos. Y ya se ha encontrado con respuesta oficial del gobierno de Japón."No todos los delfines se destinan al consumo humano. Hay ejemplares que se venden a los acuarios. La pesca de delfines es una de las técnicas de pesca tradicionales de Japón y se lleva a cabo adecuadamente, de acuerdo con la ley"Lo cierto es que esta caza anual es una fuente de ingresos para los residentes locales. Argumento que no convence a los animalistas. La organización