Los padres de Marta delCastillo no se han dejado ver esta mañana. Han permanecido recluídos en su casa deSevilla a la espera de cualquier noticia. Sólo el abuelo de la joven, JoséAntonio Casanueva, se ha puesto delante de las cámaras para decir que erancautelosos e insistir que estaban preparados para cualquier novedad. El barrio en el que viven haamanecido expectante. Todos los vecinos pendientes de la prensa y de latelevisión. Todos con una palabra en la boca: esperanza. Sin embargo, sobre launa y media del mediodía, se ha confirmado la peor de las noticias. Los huesosencontrados, no pertenecen a Marta del Castillo. Una nueva decepción para unafamilia que lleva más de cinco años conteniendo el aliento.