Cada año unos 60.000 galgos de nuestro país son ahorcados, acribillados a balazos, ahogados en pozos o abandonados por sus dueños, aunque la cifra según las asociaciones animalistas puede ser aún mayor ya la mayor parte de los animales no son registrados por sus propietarios. España es el único país de la Unión Europea donde la caza con galgos todavía está autorizada. Se calcula que hay 190.000 galgueros federados en este país, con medio millón de galgos registrados para cazar. El problema es que en muchos casos cuando los animales ya no rinden para realizar esta actividad o cuando termina la temporada de caza los dueños prefieren no correr con los gastos de manutención. Y deciden terminar con su vida o abandonarlos, algo que ocurre sobretodo en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. Los que tienen la suerte de ser recogidos por las protectoras a menudo llegan moribundos o llenos de heridas. Por eso las asociaciones protectoras exigen que se endurezcan y cumplan las leyes contra el maltrato animal, y se prohíba la caza con perros. -Redacción-