Menos chiringuito, más supermercado

  • hace 5 años
Con la crisis, los hosteleros de playa no levantan cabeza. Dicen que apenas acuden clientes y que ya no gastan el dinero con tanta alegría. Del menú del día de antaño, apenas queda una cañita y, si acaso, algún aperitivo. Las familias llenan el carrito en los supermercados y se bajan a la playa con sus neveras bien abastecidas. Dicen que no se puede estirar más el presupuesto familiar.

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