Así es el trabajo de la Guardia Urbana en el barrio de Gracia

  • hace 5 años
Un comercio que está aparentemente cerrado. Sin embargo, un hombre, en cuanto puede, contacta con clientes y, bajo mano, sigue vendiendo alcohol. Hasta que lo pilla la Guardia Urbana. Con la presión policial han disminuido los lateros pero ahora son algunos comercios los que se saltan las restricciones de horarios de venta de bebidas alcohólicas.  La Guardia Urbana también identifica y cachea a varios grupos de jóvenes. Llevan droga encima, y les requisan todas las sustancias. Una multa de 75 euros es lo que tiene que pagar otro hombre al que han visto haciendo sus necesidades en plena calle. Y la sanción asciende a 180 euros para un vendedor ambulante por vender libros sin permiso. El primer día de fiesta en Gracia acaba a las 4 de la mañana con el desalojo sin incidentes de todas las plazas. También con los sanitarios atendiendo a los que la fiesta no les ha sentado bien. Y con el rastro y la suciedad de horas de diversión todavía en las calles.

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