Aunque el turno esta semana en la Audiencia Nacional no es de él. No le faltan oídos allí para lo que hay que escuchar ni voz para lo que quiere soltar en los interrogatorios.Su abogado, Javier Gómez de Liaño habla y pregunta en su interés y ahí sale la estrategia de Luis Bárcenas Gómez de Liaño. No hay amenazas ni coacciones a los testigos, asegura el letrado pero quienes le ven actuar hablan de sutileza en sus preguntas. Javier Arenas se vió contra las cuerdas cuando Gómez de Liaño le preguntó si existía un soporte documental de la reunión que mantuvo con Bárcenas en este restaurante de Sevilla en diciembre de 2012. En ese momento Arenas ya no podía dudar de la reunión ni de la cercanía del restaurante. Un soporte evidenciaría todo incluso la cercanía del restaurante con la sede del PP.  Aquí Bárcenas asegura que le puso al corriente de que se sus cuentas en Suiza iban a salir a la luz. Arenas lo niega, dice que estuvo allí para apoyarle, por una cuestión humanitaria. Ahora se enfrenta a dos palabras: soporte documental, y ahí está la estrategia de Bárcenas. Preguntas astutas, no amenazas, ni goteo de documentos.