Un hombre se sube a una grúa para pedir una vivienda digna
  • hace 5 años
A 54 metros de altura. Así reclama Francisco Javier una vivienda digna. Nos lo cuenta él mismo desde su improvisado pedestal reivindicativo: vive con su mujer y sus dos hijas en una casa que les cuesta 300 euros al mes. Una casa, según ellos, con ratas y goteras. En enero se quedan sin sus únicos ingresos, 426 euros que cobra ella como subsidio. Piden una vivienda de protección oficial en la que puedan pagar un alquiler social. Y eso que la mujer de Francisco Javier se encarga de decírselo a la cara, en las sesiones de los plenos municipales. Porque fue ella la que empezó la reivindicación, pidiendo una licencia para vender manualidades. Su rabia la hizo conocida en internet y ella no ha cejado en su empeño: pleno tras pleno pide lo que cree justo. Ahora el ayuntamiento de Cádiz ha limitado el aforo a los plenos municipales y quiere que el turno de preguntas de los vecinos esté regulado con tiempos y preguntas enviadas previamente por escrito. El consistorio afirma que son cuestiones de seguridad, y que ha ayudado a Inmaculada y su familia con hasta seis mil euros en los últimos 9 años. Ellos lo niegan y por eso Jose Francisco ha decidido llamar la atención de otra manera: afirma que no bajará hasta que no consiga una vivienda para sus hijas.
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