La revolución pendiente en Yemen

Lo primero que llama la atención son sus pies descalzos. Osmán, de 13 años, gana el equivalente a cuatro euros al mes limpiando coches. Insuficiente para comprarse unos zapatos nuevos. Es uno de los chavales que trabaja en el "mercado paralelo de Al Huda", el mayor centro comercial de Saná. Centenares de chicos realizan allí todo tipo de labores por unas monedas. La revuelta en Yemen ha traído ciertos cambios políticos, como la caída del presidente Saleh. Pero no han venido acompañados con mejoras económicas, sino todo lo contrario. El 42 por ciento de los yemeníes viven con menos de dos dólares al día. El paro alcanza el 35 por ciento. Otra cifra alarmante es la de analfabetismo. Más de la mitad de los mayores de 10 años no sabe leer ni escribir. Rémora que los aboca a malvivir en la calle.