Del 'todo vale', al paraíso de las prohibiciones

  • hace 5 años
La siesta y el descanso son más sagrados que nunca en las playas de Almuñécar y si se enturbian con música, toca multa. En las playas coruñesas se sanciona la desobediencia a las banderas o los juegos molestos con 500 euros. Más estrictos son en Girona, en L'Escala, prohibido fumar. En Tossa de Mar, el fin de las despedidas de soltero escandalosas y del sexo ha resultado bastante impopular. En Valencia multará las sombrillas a menos de seis metros del mar o beber alcohol. Del 'todo vale, porque de todos es la playa', al paraíso de las prohibiciones.

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