Fritzl: "No soy un monstruo, podría haberlos matado a todos y no lo hice"

"No soy un monstruo. Podría haberlos matado a todos, entonces no hubiese pasado nada. Nadie me habría descubierto", declaraciones aparentemente inverosímiles de Joseph Fritzl, aunque con él todo es posible; las ha realizado a través de su abogado a un periódico austriaco para lavar su imagen. Recluido en su celda de la prisión de Sant Polten, Fritzl lee la prensa, disfruta de una televisión y por lo que se ve no le gusta lo que de él se cuenta ni las atrocidades que se le imputan. No piensan lo mismo sus víctimas. En especial Elizabeth, sobre la que recaían las torturas más horribles. Porque todas las aberraciones que rondaban la cabeza de su carcelero eran ejecutadas libremente bajo tierra. Perversiones de las que Elizabeth protegía a sus hijos. A todos los enseñó a escribir, a leer cientos de libros, los hizo entender que el mundo que veían en televisión no lo disfrutarían jamás. Hoy Joseph Fritzl ha contado detalles de su vida personal y laboral al fiscal, dice que cuando tenga que narrar lo que le hacía a su "otra familia" cooperará con la Justicia.