El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido hoy que España crecerá por debajo del 2% en el conjunto del presente ejercicio por culpa del intenso deterioro económico que está viviendo la economía del país. Así, para predicar con el ejemplo y ante el reiterado anuncio de "austeridad" que ha de acompañar la actuación del Ejecutivo para hacer frente a la desaceleración, Zapatero ha adelantado que en 2009 la oferta pública de empleo se reducirá un 30% respecto a este año y que congelará los salarios de todos los altos cargos de la Administración General del Estado, aunque, eso sí, se mantendrán los pactos suscritos con las organizaciones sindicales de los funcionarios.Según ha explicado en la presentación de su segundo Informe Económico, estas medidas, incluidas en un "plan de austeridad" dirigido a contener los gastos corrientes de la administración, se enmarcan en el objetivo de mantener el equilibrio presupuestario sin renunciar al gasto social comprometido y al gasto productivo necesario para impulsar el crecimiento.En cuanto a su diágnóstico de la situación actual, Zapatero, tras admitir que la economía "se ha deteriorado en un periodo significativamente corto de tiempo", ha reconocido que "el ajuste de la economía española va a seguir siendo intenso en los próximos meses, con un crecimiento a final del año por debajo del 2%", cuando las últimas previsiones del Ejecutivo hechas públicas hasta hoy eran del 2,3%.Sin embargo, el presidente del Gobierno ha explicado que prevé "un crecimiento débil a corto plazo, pero no un estancamiento duradero".