ROSTROS 8M Carcedo: hay que aprender que los cuidados no son inherentes a las mujeres

  • hace 5 años
Madrid, 4 mar (EFE).- (Imagen: Raúl García Cabo) El movimiento feminista ha contribuido a diluir y eliminar los muros que contenían la división de roles, asegura la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, quien defiende la corresponsabilidad en los cuidados y las tareas del hogar para alcanzar la igualdad.
Carcedo (Asturias, 1953), hija de un minero socialista y un ama de casa, entró en contacto con el PSOE en su etapa de bachillerato y se afilió a las Juventudes Socialistas cuando estudiaba Medicina en Oviedo, profesión que ejerció como médico de Atención Primaria y desde la que saltó a la política donde ha ocupado numerosos cargos, siempre motivada por su vocación de ayuda y servicio público.
Con motivo del 8M, en una conversación con Efe, Carcedo deja por un momento la cartera de ministra y responde a varias preguntas sobre feminismo e igualdad.
PREGUNTA: ¿Se considera feminista?
RESPUESTA: Entendiendo el feminismo como igualdad entre hombres y mujeres y todo el movimiento que surge para lograr esa igualdad plena, por supuesto, me considero feminista. Además, soy socialista porque el socialismo no se entiende sin esa "igualdad radical". Ya en el momento de su fundación, el PSOE incorporó la mención a ambos sexos, especialmente en el ámbito de la educación y la formación en igualdad de condiciones.
Y esa es mi concepción: la igualdad radical entre hombres y mujeres. Por tanto, sí, soy feminista, y sí, soy socialista.
P: ¿Cómo la ha ayudado el feminismo?
R: Yo pertenezco a una generación donde la división de roles estaba muy consolidada. Los roles sociales entre hombres y mujeres estaban muy presentes, incluso en las orientaciones profesionales y en los destinos más vitales. El destino natural de las mujeres era ser ama de casa.
El movimiento feminista contribuyó a que los muros que contenían esa división de roles se fueran diluyendo y se fueran eliminado y permitió a las mujeres dedicarse a actividades profesionales rompedoras con el entorno o con el destino impuesto por los roles. Además, tengo la convicción de que los hombres y las mujeres somos iguales. Una convicción que discurrió paralela a mi propia conciencia social, a mi propia conciencia política y al propio desarrollo de mi personalidad.
P: Díganos dos medidas que deberían implantarse para caminar hacia la igualdad.
R: La primera es la corresponsabilidad en los ámbitos en los que las mujeres sentimos que tenemos una mayor obligación y que tiene que ver con el rol del hogar, con el rol de los cuidados... Debe existir una corresponsabilidad plena que nos permita liberarnos de todas esas tareas que de forma inconsciente vas asumiendo y que te resta potencial en otros ámbitos.
La segunda es el propio convencimiento de que eso no es algo inherente a la condición femenina. Tenemos que liberarnos de ese autoconvencimiento de que es nuestra obligación y nuestra responsabilidad asumir determinadas tareas relacionadas con el bienestar del entorno familiar y personal.
Y cuando las

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