‘Apadrina una colmena’, la miel más solidaria de Tenerife

  • hace 6 años
Son incómodas, dañinas y peligrosas, pero son vitales, porque sin abejas no hay vida, nunca mejor dicho. Ya lo dijo Albert Einstein, la vida sin estos insectos sería un desastre global: “Al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.

Quizás no es cuestión de polemizar, pero las abejas atraviesan una situación límite de supervivencia, la climatología adversa y el uso de pesticidas, han ocasionado en España una fuerte mortandad de las abejas melíferas, conocido como Síndrome de despoblamiento de las colmenas. El papel que juegan las abejas en el medio ambiente es fundamental, ya que su labor de polinización, es insustituible. Sin polinizadores un tercio de nuestra alimentación desaparecería, y lo que es aún más grave, también lo haría parte del forraje que alimenta a los ganados.

Para luchar por la persistencia de las abejas nació el apadrinamiento de colmenas, una iniciativa que ha llegado a Tenerife de la mano de Sagu Santana, propietaria de la finca don Leandro en Las Lagunetas (350.000 metros cuadrados a 1.400 metros de altitud) y que gestiona el apicultor Antonio Ibañez, después de seis años con el colmenar en pleno monte, tras tener que salir del barranco de El Cercado, en San Andrés, donde comenzó con la apicultura, para este profesor de cocina más un entretenimiento que en un negocio.

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