La seguridad de acceso de los servicios, aplicaciones o demás servicios disponibles en la actualidad depende, en la mayoría de los casos, de una contraseña de acceso que se vincula a tu nombre de usuario para impedir los accesos no autorizados.
Esto no supondría un gran problema si solo tuvieras que recordar una contraseña, pero a medida que te vas adentrando en el mundo digital, en las redes sociales y en miles y miles de servicios online, el número de combinaciones de usuario y contraseña se hace inabarcable incluso para las mentes más privilegiadas. Siempre terminarás olvidando alguna.
A medida que la lista de servicios y aplicaciones que usas se va haciendo más y más larga, los usuarios tienden a simplificar las contraseñas o, lo que es peor, a utilizar una sola contraseña para toda su identidad digital. Esto supone uno de los mayores riesgos para la seguridad de tus credenciales de acceso, ya que un atacante solo tendría que descubrir la contraseña una sola ver para hacerse con el control de todos tus perfiles en redes sociales, servicios de banca online y aplicaciones. ¡No se lo pongas fácil!