¿Son los gatitos culpables de la toxoplasmosis?

  • hace 7 años
Madrid, 13 jul (efesalud.com). La doctora Carmen Sala Salmerón, especialista en calidad de vida de las mujeres de la Clínica Gine-3 de Barcelona, nos trae a su videoblog de ginecología la leyenda negra de la toxoplasmosis que asegura que si te quedas embarazada y tienes un gato es mejor que te deshagas de él cuanto antes y lo abandones a su suerte.

"Nada más lejos de la realidad, al menos con los gatos domésticos. Nuestras mascotas y sus congéneres, unas criaturas maravillosas, solo se infectan de toxoplasmosis, como cualquier humano, si comen carne cruda contaminada; y, si llegaran a infectarse, pasadas las tres semanas serían inmunes y ya no podrían contagiarnos", dice.

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa provocada por el toxoplasma gondii, un microorganismo -protozoo- parasitario que se incrusta en nuestro organismo a nivel celular. Vive en humanos y en muchas especies de aves y animales, como cerdos, corderos, ratones y gatos.

"Las mujeres embarazadas tienen verdadero terror a la toxoplasmosis -señala la doctora-, porque su bebés, durante la gestación, pueden resultar infectados y nacer con daños en el sistema nervioso, en los ojos, en la piel o en los oídos. Como es lógico y razonable, tienen miedo".

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa que se pasa una sola vez y te deja inmunizada para siempre, algo que le sucede al 20% de las mujeres.

Causa síntomas parecidos a los de un resfriado fuerte (ganglios linfáticos hinchados, fatiga, dolor de cabeza, fiebre), pero la mayoría de las personas no enferman, salvo que su sistema inmune sea deficitario.

Todos nos podemos contagiar de toxoplasmosis por las siguientes vías:

Comer carne cruda o poco hecha de animales infectados (cerdo, cordero, etc.).

Beber agua contaminada con este parásito.

Utilizar utensilios de cocina que estuvieron en contacto con la carne infectada (tablas para cortar, cuchillos, pinchos, etc.).

Tocar con las manos, sin guantes, las heces de un gato infectado.

Recibir un trasplante de órganos o sangre infectada por toxoplasmosis.

"Tu gato casero, que no curiosea por la calle o por la parcela, bien alimentado con pienso y comida enlatada, difícilmente te transmitirá este parásito; más aún si guardas con escrúpulo ciertas normas de higiene, como recoger siempre las heces del arenero del gato antes de que pasen 24 horas o, después de hacerlo, mejor con guantes, lavarse las manos con agua y jabón", señala.

La doctora Sala aconseja a las futuras mamás que acudan a su consulta preconcepcional antes de quedarse embarazadas (https://youtu.be/ivz_SmTp2Ic). Se puede comprobar la inmunización a la toxoplasmosis.

Tras confirmar el embarazo, un análisis de sangre detectará posibles infecciones que pudieran transmitirse al feto a través de la placenta, como los anticuerpos de la toxoplasmosis (IgM).

La infección materna por toxoplasma conlleva cierto nivel de transmisión al no nato.

"Poco riesgo durante el primer trimestre, menos de un 5% de los casos, y alto riesgo a partir del tercer trimestre, con un 60% de casos", destaca.

Una vez que el feto está contagiado, el daño será variable.

"Tendrá menos de un 60% de afectación si es en el primer trimestre de gestación y será mucho más alto si la mujer se encuentra por encima de las 25 semanas", subraya.

De los neonatos infectados, solo un 15% desarrollará síntomas. De ellos, alrededor de un 4% crecerá con problemas neurológicos.

"Si relacionamos estos datos, un 85% de los recién nacidos infectados por el toxoplasma gondii no padecerá la enfermedad", afirma.

Tanto es así que la doctora no ha encontrado en España tasas o índices de niños o niñas infectados por toxoplasmosis.

"En cambio, en Francia, donde parte de su alimentación se fundamenta en la carne cruda y patés, el índice se sitúa en un 0,3% de cada mil bebés recién nacidos", subraya.

"Como todo en la vida -dice-, la aproximación a la verdad se basa en el conocimiento de la realidad y en no dejarse llevar por bulos, infundios, deducciones o leyendas urbanas. La toxoplasmosis se ha convertido en un argumento para deshacerse de los gatos domésticos".

La única forma que tienen las mujeres de contagiarse de toxoplasmosis es porque ellas nunca hayan padecido la infección, su gato se ha infectado por primera vez o porque recogen las heces del arenero pasadas las 24 horas, y hasta cinco días después, y lo hacen sin guantes o se llevan los dedos o las manos a la boca.

"Espero que este videoblog acabe con la leyenda negra de la toxoplasmosis de los gatos y ayude a estos animales, pequeños y magníficos, a seguir viviendo con las mujeres embarazadas. La desinformación consigue que muchas personas abandonen a sus mascotas en la calle o, en el mejor de los casos, en un refugio de animales", concluye.

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