Herbie Hancock y Chilly Gonzales en el Festival de Montreux
- hace 7 años
El Festival de Jazz de Montreux extendió la alfombra roja para recibir de nuevo a uno de los máximos exponentes del jazz actual: Herbie Hancock.
A sus 73 años, el pianista y compositor de Chicago cubrió todas las expectativas con un concierto en el que derrochó imaginación y destreza en el teclado y en el que estuvo acompañado por una banda potente formada por Terrace Martin, al saxofón y teclado, James Genus, al bajo, y el guitarrista beninés Lionel Loukeke. Hancock, gran innovador del jazz, es una figura imprescindible en Montreaux: ha dado 38 conciertos en 51 ediciones del festival suizo.
El otro plato fuerto de la noche fue el canadiense Chilly Gonzales, pianista y compositor magistral, que se presentó con un cuarteto de cuerda. Su reinvención de la música romántica, que transforma incorporando ritmos de jazz, pop, electro y rap, encandiló al público del festival.
Con 380 concierto, 250 eventos gratuitos y 200.000 visitantes, el festival de jazz Montreaux nacido en 1967 se ha consolidado con el segundo más grande tras el de Montreal sin perder su gusto por la innovación y su carácter intimista.
A sus 73 años, el pianista y compositor de Chicago cubrió todas las expectativas con un concierto en el que derrochó imaginación y destreza en el teclado y en el que estuvo acompañado por una banda potente formada por Terrace Martin, al saxofón y teclado, James Genus, al bajo, y el guitarrista beninés Lionel Loukeke. Hancock, gran innovador del jazz, es una figura imprescindible en Montreaux: ha dado 38 conciertos en 51 ediciones del festival suizo.
El otro plato fuerto de la noche fue el canadiense Chilly Gonzales, pianista y compositor magistral, que se presentó con un cuarteto de cuerda. Su reinvención de la música romántica, que transforma incorporando ritmos de jazz, pop, electro y rap, encandiló al público del festival.
Con 380 concierto, 250 eventos gratuitos y 200.000 visitantes, el festival de jazz Montreaux nacido en 1967 se ha consolidado con el segundo más grande tras el de Montreal sin perder su gusto por la innovación y su carácter intimista.