Desde su boom mediático en el fragor de la guerra del taxi, todo el mundo conoce a Peseto Loco pero nadie conoce a Nacho Castillo, un padre de familia que depende del taxi para sacar a su hija pequeña adelante. Etiquetado como radical y violento por sus perfomances en las manifestaciones de taxistas bengalas en mano, Peseto Loco asegura que el origen de su nombre responde a sus años de boxeador amateur cuando entrenaba y peleaba con soltura en los cuadrilateros de la comunidad de Madrid. "Fui un boxeador más, si no no hubiera acabado en el taxi", bromea Peseto Loco.