Cámara al Hombro - Corredor seco de Nicaragua clama por agua

  • hace 7 años
Los efectos del cambio climático, como la sequía, han causado daños a la producción de alimentos y la muerte de ganado en el norte y oeste de Nicaragua.

Lo más grave en esta historia, es que los ríos y fuentes de agua se han secado, lo que trae escasez del líquido vital para el consumo humano en diferentes localidades del país, especialmente, en el corredor seco de esta nación donde las personas que habitan esa zona deben pagar por el agua que beben. Moisés Mercado con la información desde Managua.

En Nicaragua, existe una región donde la sequía ataca sin piedad a la población. En esa zona que abarca 133 de los 153 municipios del país, las autoridades nacionales reportaron el año pasado la muerte de más de 2500 reses y la quema, por las altas temperaturas, de miles de hectáreas de cosechas. Esta sequía es parte del fenómeno de El Niño, un problema climático que en los últimos cuatro años ha golpeado con dureza a varios países de Centroamérica.

Ruth Selma Herrera es directiva de la Plataforma Nacional en Defensa del Agua. Esta especialista señala que al menos el 80cv% del agua que se consume en Nicaragua es extraída de pozos perforados, sin embargo, en el corredor seco, estas fuentes de agua contienen plomo y arsénico lo que hace insalubre su consumo y el fenómeno de El Niño secó los pozos. En estos departamentos, del occidente del país, las familias deben pagar hasta cinco dólares por el galón de agua, debido a que en las tuberías, apenas hay abastecimiento por 30 minutos cada dos días. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una persona al menos debe disponer de 60 litros de agua. En las comunidades secas de Nicaragua eso es solo un deseo.

Algunos ecólogos consideran de vital importancia la reforestación y la cosecha de agua de lluvia en esta zona para ayudar con la recarga del acuífero subterráneo.

Para 2015 las autoridades del gobierno se plantearon sembrar un millón de árboles. Para el año 2050 los expertos en gestión de riesgo pronostican que las afectaciones por la sequía se extenderán hasta el Caribe nicaragüense. Cada año se pierden de 70 a 75 mil hectáreas de bosque en este país.

A pesar de los esfuerzos de reforestación por parte del Gobierno y algunos organismos que se dedican a preservar el medio ambiente, la tala de árboles en Nicaragua es notoria, lo que ocasiona la sequía de ríos. El problema amenaza con extender la escasez de agua a otros puntos del país.

A corto plazo, las autoridades gubernamentales se han planteado el abastecimiento de agua a través de cisternas a los municipios donde se sufren los embates del fenómeno climático de sequía, además, a inicios de 2017, el Banco Centroamericano de Integración Económica firmó con Nicaragua un préstamo de 15 millones de dólares para atender a cerca de 30 000 familias rurales asentadas sobre el corredor seco del país.

Algunas organizaciones ambientales señalan que para este año la temporada de lluvias será un poco estable, pero según las proyecciones, el año 2018 será un período climáticamente crítico con bajas precipitaciones en todo el territorio nacional, y más problemático en el corredor seco.

En la actualidad, la sequía afecta el 40 % de Nicaragua.

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