10 Minutos: Alianza clandestina

  • hace 7 años
En 2008, el rey Hamad nombró a una mujer judía como embajadora de Baréin en Estados Unidos.

Ha anunciado que su régimen permitirá a los judíos y a otros grupos minoritarios vivir pacíficamente en Baréin, donde viven menos de 50 judíos.

Las afirmaciones del rey Hamad ya han sido calificadas de hipócritas por los activistas de derechos humanos, que condenan la represión mortífera ejercida por el régimen bareiní contra los disidentes. La monarquía del Golfo Pérsico vive protestas pacíficas contra el régimen, las cuales comenzaron en 2011 y aun continúan.

Lo que quieren los manifestantes no es nada más que su derecho social básico. Es decir, la democracia y el fin de lo que llaman la discriminación sistemática y la opresión.

Decenas de manifestantes bareiníes han sido asesinados como parte de la represión del régimen de los Al Jalifa durante los últimos seis años. Arabia Saudí, el aliado regional de Baréin, ha ayudado a Manama en la represión de este levantamiento democrático. Riad teme que las protestas en el vecino Baréin se extiendan al interior del reino, rico en petróleo y que anteriormente ha vivido protestas.

Arabia Saudí ya ha aplastado cualquier voz de disidencia con una represión mortal. El régimen gobernante bareiní de los Al Jalifa es acusado de cometer graves violaciones de los derechos, como son las torturas, las detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes pacíficos.

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