Las fuerzas iraquíes y kurdas ganan posiciones en los frentes abiertos en torno a Mosul
- hace 8 años
“La liberación de la ciudad de Mosul va más rápido de lo previsto”. El ministro de Exteriores iraquí ha celebrado los avances de las fuerzas iraquíes y kurdas que han logrado irrumpir en la localidad de Bartala, situada a una veintena de kilómetros al este de Mosul, ciudad controlada por el autodenominado Estado Islámico.
“La ciudad de Bartala se considera una línea de defensa clave contra el avance de nuestras tropas hacia Mosul. Así que ahora podemos anunciar a la gente de Mosul que vamos en camino”, celebra el comandante Taleb Shaghati.
Cerca de 80 insurgentes han muerto en esta batalla en la que se han logrado detonar diez coches bomba.
En los frentes norte y este de Mosul, las fuerzas kurdas también han logrado avances.
El objetivo final, liberar la capital del califato del Daesh en Irak aun no tiene fecha, pero centenares de personas han huido de esta ciudad, en la que han vivido bajo el yugo de los yihadistas.
“No podíamos ir a ningún sitio. Solo podíamos ir a un lugar determinado y luego regresar. Las mujeres solo podían salir si iban cubiertas”, recuerda este joven.
Las organizaciones humanitarias trabajan contrarreloj para hacer frente a la ola de desplazados que provocará la batalla final por el control de Mosul: unas 700.000 personas, calculan.
“La ciudad de Bartala se considera una línea de defensa clave contra el avance de nuestras tropas hacia Mosul. Así que ahora podemos anunciar a la gente de Mosul que vamos en camino”, celebra el comandante Taleb Shaghati.
Cerca de 80 insurgentes han muerto en esta batalla en la que se han logrado detonar diez coches bomba.
En los frentes norte y este de Mosul, las fuerzas kurdas también han logrado avances.
El objetivo final, liberar la capital del califato del Daesh en Irak aun no tiene fecha, pero centenares de personas han huido de esta ciudad, en la que han vivido bajo el yugo de los yihadistas.
“No podíamos ir a ningún sitio. Solo podíamos ir a un lugar determinado y luego regresar. Las mujeres solo podían salir si iban cubiertas”, recuerda este joven.
Las organizaciones humanitarias trabajan contrarreloj para hacer frente a la ola de desplazados que provocará la batalla final por el control de Mosul: unas 700.000 personas, calculan.