Justo después de la firma del PIAC entre Irán y las seis potencias mundiales, numerosas compañías y corporaciones se aprestaron para acceder al mercado iraní.

Siempre se han sentido atraídas por las ventajas relativas del país en diversos campos, incluidos el gas y el petróleo. A pesar de la caída de los precios del crudo, tras una subida espectacular en 2008, y el regreso al mercado de un poderoso jugador como es Irak, resulta ahora difícil realizar nuevas inversiones en los campos petrolíferos.

Con el fin de atraer compañías y evitar el impacto de posibles sanciones en el futuro, el Gobierno de Irán ha preparado nuevos contratos petrolíferos.