Continentes - No Más AFP: el despertar de Chile

  • hace 8 años
El pueblo de Chile se ha rebelado contra el sistema de pensiones privatizado durante la dictadura, en 1981.

Una decisión tomada por la junta militar de entonces, y propiciada por el entonces ministro del Trabajo, José Piñera (hermano del ex presidente Sebastián Piñera), eliminó el sistema estatal de pensiones y estableció uno privado, basado en el ahorro individual, y administrado por empresas privadas.

Este sistema obliga a todos los trabajadores a "ahorrar" diez por ciento de su salario y entregarlo a las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP). Además de esto, cada trabajador entrega entre dos y cuatro por ciento para los costos de gestión de estos fondos (o sea, el lucro de la AFP). Los empleadores no aportan.

Las AFP invierten estos fondos donde les parezca, y se estima que al menos la mitad de ellos se canalizan al sistema bancario, que a su vez los convierte en créditos usurarios a los mismos trabajadores, que necesitan endeudarse para vivir.

Se prometió en la época que con aportes inferiores al sistema estatal (solidario de reparto), se obtendrían pensiones mínimas de 70 por ciento del salario.

Hoy, cuando ya están retirándose las personas, se advierte que no alcanza a 30%, y que el Estado aporta casi 60 por ciento. El promedio de pensiones es inferior al salario mínimo. Las AFP no son un sistema de pensiones, sino un mecanismo de expropiación de los salarios para acumular capital.

Tras años de letargo, la población despertó, con manifestaciones masivas de repudio al sistema, mientras la clase política y empresarial se mantiene rígida: las AFP; como se ha dicho, son "la sala de máquinas" del sistema neoliberal imperante en Chile. Tras los aparentes éxitos iniciales del sistema, este se publicitó en todo el planeta y una serie de países lo copiaron, pero después lo abandonaron o modificaron por rechazo de la población: un sistema así solo puede implantarse en dictadura.