"Los pacientes de epoc son personas"

  • hace 8 años
Madrid, 26 jul (efesalud.com). El doctor Julio Ancochea Bermúdez, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, transmite en este vídeoblog un mensaje terapéutico dirigido especialmente a los familiares y cuidadores de los pacientes que sufren la epoc: "Son personas como todos nosotros, y necesitan, además de fármacos, mucho cariño y cuidados permanentes, máxime cuando el calor del verano aprieta y ahoga".

Además de la canícula, hay que tener en cuenta otros tres factores determinantes de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica: es incurable, su prevalencia aumenta a medida que envejece la población, y se asocia a otras patologías secundarias.

"Aunque no hay muchos estudios en la literatura científica sobre los efectos de las altas temperaturas en los pacientes con epoc, disponemos de un estudio reciente y de nuestra propia experiencia hospitalaria", dice el doctor Ancochea.

La Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.) constató que estos enfermos tenían una mayor morbilidad, así como un empeoramiento de sus síntomas -ahogo y tos-, cuando sufrían el calor estival dentro de una casa.

También se dedujo que necesitaban más medicamentos de rescate y que disminuía su insuficiente capacidad pulmonar. Se agravaba la enfermedad.

El estudio tuvo en cuenta temperaturas por encima de los 32º durante un periodo cercano a 600 días calurosos. A los pacientes, 84 exfumadores con enfermedad moderada o grave, se les pidió que salieran al aire libre casi la mitad de esas jornadas.

También se tuvo en cuenta la dificultad para respirar, la tos, la expectoración de flemas, su función pulmonar o su necesidad de tomar medicamentos de rescate.

Al aire libre, el aumento de la temperatura solo generó un aumento de los síntomas respiratorios.

"De hecho -señala el neumólogo jefe de La Princesa-, en verano hay menos pacientes hospitalizados como consecuencia de una exacerbación. No es una época de infecciones respiratorias o de gripe"

El factor determinante está en la edad de los pacientes y sus comorbilidades.

"Ahí sí -apunta Ancochea-. En estos casos se producen más ingresos hospitalarios, ya sea por deshidratación, por descompensación cardíaca o por insuficiencia renal. El paciente con epoc debe extremar las medidas generales que deben adoptar el resto de la población para combatir el calor, especialmente niños y ancianos".

Si sospechamos que un paciente de epoc está sufriendo un golpe de calor, primero hay refrescarle con paños húmedos o agua fría y luego colocarle a la sombra. A continuación le daremos de beber si está consciente.

Es muy importante actuar rápido. El golpe de calor genera una temperatura corporal superior a los 40º centígrados, valor que conlleva un riesgo importante para la vida del paciente.

Si persisten los síntomas hay que llamar a los servicios de Emergencia Sanitaria. Solo en 2015 fallecieron 24 personas en España, una cifra que superó las 21 del año 2006.

Para el doctor Julio Ancochea, cuidar al paciente de epoc en verano va mucho más allá que atender sus necesidades farmacológicas. El neumólogo nos ofrece una reflexión:

"El paciente con epoc es una persona -resalta- y todos debemos tenerlo en cuenta bajo una visión integral, desde su parte física o psicológica hasta la vertiente más social.

¿Por qué esta persona tiene más síntomas dentro de su domicilio y necesita más medicamentos por culpa del calor del verano? -se plantea-. Seguramente porque se siente solo, encerrado, atrapado; no existe otra explicación lógica.

Es una persona que se enfrenta cada día con ella misma y con su enfermedad; una persona que piensa, siente, se angustia o llora, y encima soporta un calor que es, valga la redundancia, insoportable.

No solo hay que evitar que salgan a la calle en las horas de mayor exposición solar, que estén en un ambiente fresco o que se hidraten con mayor frecuencia, tenemos que cuidarlos con más cariño. Necesitan a su familia, es decir, un tratamiento no farmacológico.

A veces -menciona-, se nos ponen los pelos de punta cuando observamos que antes del inicio de las vacaciones de verano o antes de un puente laboral aparecen pacientes con epoc en las Urgencias con deshidratación o descuidados. Dan la impresión de que son una carga para su familia.

No, no puede ser así -subraya el neumólogo-. Un paciente necesita mucho cariño y muchos cuidados, sobre todo en los meses de verano".

Por eso, el doctor Julio Ancochea concluye con una frase de William Osler, gran médico del siglo XX. Unas pocas palabras que implican una alianza terapéutica de especialistas, familiares y cuidadores contra la epoc: "Los médicos podemos curar a veces y aliviar el dolor con frecuencia, pero siempre debemos consolar a los pacientes".

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