Prevención de ahogamientos en las playas

  • hace 8 años
Villanueva de la Cañada (Madrid), 17 jun (efesalud.com). En lo que va de año 2016, hasta últimos de mayo, y según muestra el Informe Nacional de Ahogamientos, han fallecido 152 personas en zonas acuáticas de España, 135 hombres y 17 mujeres; entre ellos, 120 de nacionalidad española, 16 de países europeos y 9 de África; el 45% se ahogó en playas que estaban sin la vigilancia de un socorrista, en un 95% de los casos, y la edad principal del accidentado se situó entre los 45 y los 74 años.

Este mismo informe en 2015 reflejó que 437 personas perdieron la vida por ahogamiento y de ellas el 58,21% en playas.

Ante estos datos abrumadores, que casi alcanzan la mitad de los muertos por accidentes de tráfico en vías interurbanas, el enfermero de Emergencias, Alejandro Blanco Aoiz, nos recomienda que no sobrestimemos nuestra condición física ni nuestra capacidad para nadar en el mar.

"Las playas tienen kilómetros y kilómetros de lámina de agua, con olas, corrientes y mareas; condiciones cambiantes que pueden provocar que te venza el cansancio, que no hagas pie sobre el fondo de arena, que te pongas nervioso, que tragues agua e incluso que sufras un síndrome coronario; en definitiva, que te ahogues".

En el agua del mar, si te encuentras cansado o tienes dificultad para volver a la orilla debes nadar de espaldas moviendo solamente las piernas. Y si eres lo bastante mayor o con problemas de salud debes bañarte siempre acompañado.

En la playa, como en el río, el pantano y la piscina pública o privada, es necesario respetar ciertas normas de seguridad para evitar ahogamientos.

"Es prioritario que solo te bañes en zonas vigiladas por socorristas, sin olvidar que los padres o los cuidadores deben vigilar atentamente a los menores cuando están en el agua o jugando cerca de ella. Hay que seguir las indicaciones de los socorristas y las señalizaciones de la playa, como las banderas rojas, amarillas y verdes, colores que salvan vidas", asegura nuestro enfermero Alejandro Blanco.

Los bañistas, sobre todo varones adultos, no deben entrar de forma brusca en el agua para evitar cortes en la digestión de la comida. Hay que nadar en paralelo a la costa y no hacia el fondo, y siempre hay que mantener la calma.

Los niños y adolescentes deben avisar a sus padres o cuidadores cuando se vayan a meter en el agua, y es preferible que no lo hagan en soledad, mejor acompañados. Si no saben nadar, además, deben usar chaleco salvavidas, obligatorio en el caso de que practiquen algún deporte acuático.

"A pesar de que los ahogamientos infantiles se den más en piscinas privadas y ríos, donde un bebé puede ahogarse en pocos segundos de forma rápida y silenciosa, una ola en una playa puede sorprender a un bebé... una décima de segundo para tragar suficiente agua salada que llene fatalmente su tráquea", apunta Alejandro.

El Consejo Superior de Normalización y Seguridad Integral en Piscinas (Cnorsip) destaca que cada año fallecen en Europa más de 5.000 menores de 19 años, y que por cada una de estas muertes por ahogamiento en diferentes espacios acuáticos otros 140 niños son hospitalizados y 20 más tienen que ser atendidos en Urgencias.

"La playa es una zona segura para el baño solamente si cada uno de nosotros respeta el mar y hace la prevención que le toca, sobre todo con los niños y los ancianos", dice Alejandro Blanco Aoiz, enfermero de la Universidad Complutense de Madrid y del Consejo General de Enfermería de España.

UN AHOGADO, UN FALLO DE PREVENCIÓN: https://youtu.be/_YtL_xmYvQA

¿CÓMO SE HACE UNA RCP PARA EVITAR UNA MUERTE?: https://youtu.be/A0mwqH152oo

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