Hacinamiento, caos, desesperación, gobiernos desbordados… La crisis de los refugiados ha puesto al descubierto las debilidades del llamado Reglamento de Dublín, como se conoce al sistema de asilo que adoptó la Unión Europea en el año 2003. Por boca de su vicepresidente primero, el holandés Frans Timmermans, la Comisión Europea ha propuesto reformarlo drásticamente para conseguir un reparto más justo.

- “El problema que tenemos que solucionar es que el sistema se basa en gran medida en que una persona debe solicitar el asilo en el país al que llega por primera vez a la UE. Esto no es ni justo ni sostenible dada la magnitud del número de estas personas, lo que ha supuesto una enorme carga para un número reducido de Estados miembros”.

Bruselas maneja dos opciones: recurrir a un sistema de reparto estructural de urgencia como se hizo en dos ocasiones el año pasado o crear un sistema permanente de distribuciones de demandas de asilo dependiendo del tamaño y condiciones económicas del p