La infanta Cristina de Borbón ha declarado en la vista oral por el caso Nóos.

La hermana del rey Felipe VI se convirtió el pasado 11 de enero en el primer miembro de la familia real en sentarse en el banquillo de los acusados y ha sido el primero en testificar ante un tribunal como imputado.

En su declaración la infanta se ha escudado en su marido y también en la Casa Real. Ha dicho que no se enteró de nada y que firmó en nombre de Aizoon “por error”.

Su marido, Iñaki Urdangarín ha declarado este jueves por tercera vez ante el tribunal de la Audiencia de Palma que le juzga también en el caso Nóos. Se enfrenta a peticiones de condena de entre 11 y 26 años y medio de cárcel por un total de ocho delitos.

El cuñado del rey Felipe VI comenzó su declaración el pasado viernes asegurando ante el tribunal que ni participaba ni tenía conocimiento de la gestión administrativa y contable del Instituto Nóos.

Urdangarín ha admitido que Aizoon, la empresa que comparte a medias con su mujer, contrató a trabajadores que él nunca conoció y de cuya existencia ha sabido a raíz de la investigación judicial.

También ha manifestado su voluntad de reparar el daño que ha causado a la Hacienda Pública, aunque ha eludido admitir en todo momento que cometió delitos fiscales.

Francisco Trejo, experto en Seguridad y Defensa, señala que “no es tan fácil ni tan barato sentar a una infanta en el banquillo”.

Kiko Méndez Monasterio, director de la gaceta.es, acusa: “se desencadenan todo tipo de ataques por ser Infanta de España”.

Fran Pérez, de Izquierda Unida (IU), recuerda que “el año pasado se publicó en Bussines y Forbes el patrimonio millonario del rey Juan Carlos I. ¿Dónde está ese dinero?, ¿de dónde ha sacado dos mil millones?”

Carlos Galán, abogado, subraya: “la mala noticia es que la corrupción institucionalizada ha llegado a todas las esferas, incluida la Familia Real”.