Estamos en Friburgo, Alemania. Aquí hay 364 refugiados de 14 nacionalidades. Vienen, entre otros países, de Pakistán, Siria, Eritrea, Albania, Gambia o Nigeria. Más de 100 han llegado de Hungría en los últimos días. Están desbordados y por eso los procedimientos de identificación son lentos y las peticiones de asilo se retrasan.
Zacharia es sirio. Ha dejado a su mujer y a sus cinco hijos en el Líbano y ha llegado a Alemania a través de Turquía, Grecia y Hungría. Espera traer a su familia lo antes posible: “La situación es grave por el grupo Estado Islámico, no doy más detalles porque todavía hay niños y familiares allí”.
Otros han huído de la persecución del régimen, como este hombre que nos enseña fotos de su coche destruído por el Ejército sirio: “El régimen está matando a los ciudadanos sin distinción, muchos médicos han sido asesinados por que el régimen decía que eran terroristas. Así que hemos tenido que huir para encontrar un lugar más seguro.”